Unas adicciones recomendadas

En el año 2022 no es novedad que la mayoría de los jóvenes jueguen videojuegos y usen libremente aparatos móviles, ni que las estadísticas de personas que gastan su tiempo en estas actividades vayan a más. Lo que sí parece serlo en la generación Z respecto de la anterior, es la publicidad postiva que se le adjudica a los videojuegos, así como el resto de aparatos electrónicos, por parte de las redes sociales como Youtube, Twitter o Instagram.

En primer lugar, las lisonjas a los videojuegos provienen normalmente de personas que se dedican a jugarlos y entretener a un público mediante su monólogo y una partida. Sin embargo, el problema se manifiesta cuando la influencia que tiene ese jugador provoca que toda una generación se entretenga más con los videojuegos que con otras actividades y especialmente, con aquellos que se han mostrado en vídeos o en directo. Este hecho conlleva la toma de medidas por parte de las empresas, pero, no por parte de los padres que siguen permitiendo que su hijo suspenda inglés y juegue al nuevo "Call of Duty". Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España el 17,1% de los jóvenes que tienen entre 18 y 24 años ni estudia ni trabaja, lo que nos sitúa el séptimo país en Europa con el porcentaje más alto detrás de Bulgaria. El abandono escolar y el entretenimiento personal pueden estar unidos, y esta relación será más visible con el paso de los años.

Sin embargo, no es solo un movimiento creado y dirigido por "streamers" o "influencers", sino que es como el dicho "Entre todos la mataron y ella sola se murió", que tiene el significado implícito de que entre un grupo de factores provocaron un hecho, pero ninguno asume la responsabilidad total del mismo. Como agente complementario también está la figura de los padres, una de crucial importancia para los niños en desarrollo pues, les toman como modelo a seguir. Si los padres pasan la mayor parte del día con el móvil y ponen excusas a su comportamiento, los niños aprenderán de ellas para implantarlas a su vocabulario cuando estén usando ellos mismos el móvil. Si el pequeño hace ruido, molesta o tiene un comportamiento que ha de ser corregido y en lugar de una reprimenda se le da un dispositivo móvil como puede ser un teléfono o una tablet para que cese en sus molestas acciones, solo se conseguirá callar una molestia creando una latente adicción en él. Antes, eran golpes para los niños por parte de sus progenitores, ahora son dosis de pantalla eficaces como para anestesiarles su única vía de alcanzar la libertad. Un crimen organizado por quienes ya se la han robado.

Comentarios

  1. Me encantan los artículos ,cada artículo es exactamente lo que pienso , el escritor de estos artículos tiene un gran talento

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